El asociacionismo que se ha producido en los últimos 10 años, entre el colectivo de resineros de Segovia y Ávila, y en general para toda Castilla y León, ha adoptado la forma jurídica de Sociedad Anónima Laboral, empresas en las que la mayoría del capital está en manos de los socios-trabajadores, en el caso que nos ocupa llega al 100%.